Cuatro hermanas menores de edad y residentes en el País Vasco fueron víctimas de la ablación del clítoris en un reciente viaje de vacaciones a Mali, el país de origen de sus padres. La Fiscalía de Menores del País Vasco está investigando los hechos tras la denuncia de la mayor de las hermanas, de sólo 14 años, a una trabajadora social. Los responsables de la mutilación genital de las pequeñas habrían sido sus abuelos.
En Mali, el país de origen de las cuatro hermanas, el 98% de las mujeres sufren la mutilación del clítoris, por lo que los viajes de vacaciones son un riesgo para estas niñas. Y así sucedió en este caso.
Fue la mayor de las cuatro hermanas, que cuenta apenas con 14 años, la que denunció a una trabajadora social lo que le había ocurrido en sus últimas vacaciones. Según la Fiscalía de Menores del País Vasco, los abuelos maternos de las niñas habrían aprovechado este viaje de la familia a su país de origen para someterles a la mutilación de parte de sus genitales.
Esta práctica, lejos de ser un delito en Mali como lo es en España, es una costumbre y en ocasiones hasta una fiesta para simbolizar el paso de niña a mujer. Los responsables de los hechos, probados por un forense, han sido los abuelos
La adolescente mostró también a la trabajadora social la sospecha de que sus tres hermanas menores habrían pasado por el mismo mal trago. Un médico forense examinó tanto a la denunciante como a las otras niñas y halló evidencias objetivas de que efectivamente las cuatro menores habían sido víctimas de la ablación clitoriana.
Los médicos españoles pedirán a las familias extranjeras procedentes de países en los que se practica la ablación, principalmente de África subsahariana, que se comprometan por escrito a no someter a sus hijas a esta mutilación cuando viajen a sus lugares de origen. Si los padres no firman, podrán comunicarlo a los servicios de protección de menores y a la fiscalía para que estudien actuaciones cautelares. Esta es una de las principales medidas incluidas en el protocolo que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas aprobarán para detectar, tratar y prevenir la mutilación genital femenina.
El documento recoge tanto medidas terapéuticas como preventivas. Por un lado, explica todas las secuelas físicas que puede causar la ablación y cómo actuar ante ellas (por ejemplo, durante un parto) y, por otro, qué debe hacerse cuando aparece un caso de riesgo. “Es el primer protocolo común contra la ablación que se aprueba en España, y lo hemos considerado necesario porque la inmigración ha hecho que este problema ya no sea exclusivo de África. Aquí, también existe y estamos obligados, como manda la ONU, a visibilizar y actuar contra cualquier forma de violencia contra la mujer”, destaca Blanca Hernández, delegada del Gobierno para la Violencia de Género. En España, la mutilación femenina se considera un delito de lesiones desde 2003.
Unas 17.000 niñas de 0 a 14 años residentes en España están en riesgo de ser sometidas a la ablación, sobre todo cuando visitan sus países de origen, según el documento. Es el dato más aproximado que puede hacerse sobre la incidencia de esta práctica. “Es un tema tabú, las mujeres no quieren hablar de ello, por eso solo un profesional sanitario puede constatar si hay mutilación con una exploración. Pero no hay ningún registro médico en el mundo que recoja el dato real de mujeres mutiladas, por lo que solo podemos cifrar la población de riesgo”, señala Julia Pérez, directora de la Unión de Asociaciones Familiares (Unaf), una organización que ha colaborado en la elaboración del documento. “Por eso es importante este protocolo. Sobre todo, porque se centra en el ámbito sanitario, que es donde se puede hacer un registro de cada caso y trabajar directamente en la prevención”, añade Pérez.